La colocación anticipada de vallas que promueven aspiraciones a la nominación presidencial de cara a las elecciones presidenciales del 2012, evidencian que a partir del 16 de agosto venidero, la República Dominicana estará embarcada de nuevo en un intenso proselitismo político, momento en el cual se profundiza la crisis económica, la inseguridad y un deterioro de los servicios de salud.Para el 16 de agosto habrán de tomar posesión las autoridades congresuales y municipales que fueron electas en las elecciones de mayo pasado, lo que se vislumbra el punto de partida de una campaña a lo interno de los principales partidos políticos que impulsan candidatos a la presidencia de la República.
En el caso particular de Santiago, se han podido observar vallas que promueven a la primera dama de la República, Margarita Cedeño de Fernández y a José Tomás Pérez, por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), mientras que de Danilo Medina, no se han colocado promociones, pero recientemente éste habló en La Vega de sus aspiraciones.
De otro lado está el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), dentro del cual un sector ha colocado vallas que promueven al ex presidente de la República ingeniero Hipólito Mejía, para la candidatura presidencial.
En esa organización mantienen aspiraciones también el actual presidente del partido, ingeniero Miguel Vargas Maldonado, Luís Abinader, Eligio Jáquez y Guido Gómez, Mazara, quienes han visitado esta provincia en actividades proselitistas.
No le ha importado a estos aspirantes le lesión que dio la población en el recién pasado proceso electoral, donde en algunas provincias, las abstención alcanzó el 60%, en una muestra de que la sociedad está perdiendo la confianza en los políticos.
En el caso particular de los aspirantes del partido oficial, desconocen que la sociedad dominicana sufre los embates de una inseguridad, que las autoridades no han sido capaces de enfrentar porque la delincuencia se ha ganada la batalla en todos los terrenos.
Pero además la población sufre un alto índice de desempleos, sin que se hayan adoptado las medidas para reponer los miles de empleos que se han perdido en los diferentes sectores productivos del país, como consecuencia de la crisis.
Ahora los dominicanos, están sufriendo los embates de una enfermedad que como el dengue, no debe causar muerte, pero que en la actualidad se habla de un saldo negativo de 28 personas.
Frente a un panorama desolador como el que se describe los aspirantes a la nominación presidencial, deben acompañar esas aspiraciones de programas concretos de soluciones a cada uno de esos problemas, que por años ha estado esperando la sociedad pero que nunca llega.
Es el momento de unir esfuerzo, para que quienes aspiran a dirigir los destinos del país, asuman un compromiso realizable y no sigan hablándole mentiras a la población que ya se sienta engañada.

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