Ni apagones, ni delincuencia detienen el Censo

Este domingo, cuando ya el sol se había ocultado llegó una joven empadronadora a mi casa, con un montón de preguntas para alimentar las estadísticas que necesitan saber los que gobiernan para planificar el futuro del país.
María Cruz, una profesora de educación inicial desempleada y estudiante de sicología, vecina de la Ciudad del Almirante no quería que gente que trabaja de sol a sol dejaran de responderles las 60 preguntas del IX Censo de Población y Vivienda.
Aprovechó que era domingo, y por ello, solo dedicó media hora para el almuerzo y retornó a tocar puertas y buscar respuestas a las preguntas formuladas por los técnicos que buscan saber cuántos somos y dónde estamos.
Mis hijos Davel y David tuvieron su primera experiencia de un censo y respondieron las preguntas que les correspondían: fecha y lugar de nacimiento, si saben leer y escribir, en qué curso están y otras, que por su edad, no era necesarias responder.
Como buenos dominicanos, la esperamos con un café caliente, el que María disfrutó y no dejó de elogiar, ya que lo hice con la técnica que me enseñó mi vecina Altagracia antes de mudarse dónde no haya tanto ruido como el que tenemos en el vecindario.
Lo mismo hizo su madre Anny con las suyas. También a mí me tocó responder un montón de preguntas, algunas innecesarias porque estaba a la vista. Como tienen nevera, televisores, lavadora, estufa, radio, computadora, Internet, aire acondicionado, etc.
En el cuestionario del IX Censo de Población y Vivienda, preguntan si las personas tienen inversores y plantas eléctricas, pero uno de mis vecinos, como millones de dominicanos, no tiene ni inversor, ni planta eléctrica.
De ahí que María Cruz, una joven evangélica con un gran sentido de humor tuvo que llenar el cuestionario a la luz de una lámpara alimentada con trementina.
Antes de llegar a ese hogar, la vi sentada en el suelo, en bancos de piedras y sillas humildes con tal de cumplir con su misión.
En su tarea se encontró con apartamentos cerrados ya que los vecinos que no estaban presentes en sus hogares aunque era domingo y muchos no trabajan, así que tomaba nota para volver.
A Guillermo, el sanjuanero que vive en el edificio del lado, fue necesario llamarlo al celular para que viniera a empadronarse, mientras Mercedes, la evangélica que vive en la planta baja, quería responder de prisa todas las preguntas ya que tenía que irse al culto de su iglesia.
Al final de cada entrevista, María Cruz pegaba en un lugar visible la etiqueta “Censada” para que su supervisor la viera a su paso por el polígono asignado.
Me contó que estaba violentando la disposición oficial de no pasar de las 6:00 de la tarde en la calle por temor a la delincuencia que ya atacó algunos empadronadores en este municipio.
Pero María quería aprovechar que los vecinos estaban en sus casas y así dar cumplimiento a su trabajo al que llegó por medio de la Junta de Vecinos, como la mayoría de los empadronadores.
Ella, como otros empadronadores, no había recibido los RD$250 pesos de dieta prometidos, pero confía que antes de que terminen, le llegue el efectivo.
Muy lejos del barrio, el director de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), Pablo Tactuk, informaba este domingo, que el personal que labora en el IX Censo de Población y Vivienda ha intensificado sus labores, incrementado así el número de hogares empadronados.
Aseguró que al transcurrir el quinto día del proceso, el empadronamiento continúa desarrollándose con normalidad en todo el territorio nacional y que se ha podido notar el apoyo de la población hacia los empadronadores.
Tactuk, informó que una de las particularidades de la labor que la ONE ha venido haciendo es que los funcionarios censales están interconectados con los encargados de polígonos a través de 16 mil teléfonos celulares, a fin de mantenerse informados de cual situación que se produzca en el terreno de empadronamiento, lo que ha facilitado la comunicación.
Dijo que los resultados preliminares estarían listos en uno o dos meses y que los definitivos serían dados a conocer en diez meses.
“En este fin de semana, los empadronadores han intensificado su trabajo, como estaba previsto, incrementándose el número de hogares empadronados, pues muchas personas que no se encontraban en sus hogares han podido ser localizados. Se hacen esfuerzos para que ninguna vivienda quede sin empadronar”, aseguró Tactuk en rueda de prensa en una oficina aclimatada.
El director de Estadística, señaló que el equipo coordinador del Censo está atendiendo las quejas, reclamaciones y sugerencias de la ciudadanía, vía la línea gubernamental telefónica 311, de la Oficina Presidencial de Tecnologías de la Información (OPTIC) y exhortó a la población a seguir utilizando este medio.
Por otro lado, manifestó que los empadronadores y supervisores que hayan trabajado nueve y 12 días, respectivamente, cobrarán 900 y mil 170 por días.
Aprovechó que era domingo, y por ello, solo dedicó media hora para el almuerzo y retornó a tocar puertas y buscar respuestas a las preguntas formuladas por los técnicos que buscan saber cuántos somos y dónde estamos.
Mis hijos Davel y David tuvieron su primera experiencia de un censo y respondieron las preguntas que les correspondían: fecha y lugar de nacimiento, si saben leer y escribir, en qué curso están y otras, que por su edad, no era necesarias responder.
Como buenos dominicanos, la esperamos con un café caliente, el que María disfrutó y no dejó de elogiar, ya que lo hice con la técnica que me enseñó mi vecina Altagracia antes de mudarse dónde no haya tanto ruido como el que tenemos en el vecindario.
Lo mismo hizo su madre Anny con las suyas. También a mí me tocó responder un montón de preguntas, algunas innecesarias porque estaba a la vista. Como tienen nevera, televisores, lavadora, estufa, radio, computadora, Internet, aire acondicionado, etc.
En el cuestionario del IX Censo de Población y Vivienda, preguntan si las personas tienen inversores y plantas eléctricas, pero uno de mis vecinos, como millones de dominicanos, no tiene ni inversor, ni planta eléctrica.
De ahí que María Cruz, una joven evangélica con un gran sentido de humor tuvo que llenar el cuestionario a la luz de una lámpara alimentada con trementina.
Antes de llegar a ese hogar, la vi sentada en el suelo, en bancos de piedras y sillas humildes con tal de cumplir con su misión.
En su tarea se encontró con apartamentos cerrados ya que los vecinos que no estaban presentes en sus hogares aunque era domingo y muchos no trabajan, así que tomaba nota para volver.
A Guillermo, el sanjuanero que vive en el edificio del lado, fue necesario llamarlo al celular para que viniera a empadronarse, mientras Mercedes, la evangélica que vive en la planta baja, quería responder de prisa todas las preguntas ya que tenía que irse al culto de su iglesia.
Al final de cada entrevista, María Cruz pegaba en un lugar visible la etiqueta “Censada” para que su supervisor la viera a su paso por el polígono asignado.
Me contó que estaba violentando la disposición oficial de no pasar de las 6:00 de la tarde en la calle por temor a la delincuencia que ya atacó algunos empadronadores en este municipio.
Pero María quería aprovechar que los vecinos estaban en sus casas y así dar cumplimiento a su trabajo al que llegó por medio de la Junta de Vecinos, como la mayoría de los empadronadores.
Ella, como otros empadronadores, no había recibido los RD$250 pesos de dieta prometidos, pero confía que antes de que terminen, le llegue el efectivo.
Muy lejos del barrio, el director de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), Pablo Tactuk, informaba este domingo, que el personal que labora en el IX Censo de Población y Vivienda ha intensificado sus labores, incrementado así el número de hogares empadronados.
Aseguró que al transcurrir el quinto día del proceso, el empadronamiento continúa desarrollándose con normalidad en todo el territorio nacional y que se ha podido notar el apoyo de la población hacia los empadronadores.
Tactuk, informó que una de las particularidades de la labor que la ONE ha venido haciendo es que los funcionarios censales están interconectados con los encargados de polígonos a través de 16 mil teléfonos celulares, a fin de mantenerse informados de cual situación que se produzca en el terreno de empadronamiento, lo que ha facilitado la comunicación.
Dijo que los resultados preliminares estarían listos en uno o dos meses y que los definitivos serían dados a conocer en diez meses.
“En este fin de semana, los empadronadores han intensificado su trabajo, como estaba previsto, incrementándose el número de hogares empadronados, pues muchas personas que no se encontraban en sus hogares han podido ser localizados. Se hacen esfuerzos para que ninguna vivienda quede sin empadronar”, aseguró Tactuk en rueda de prensa en una oficina aclimatada.
El director de Estadística, señaló que el equipo coordinador del Censo está atendiendo las quejas, reclamaciones y sugerencias de la ciudadanía, vía la línea gubernamental telefónica 311, de la Oficina Presidencial de Tecnologías de la Información (OPTIC) y exhortó a la población a seguir utilizando este medio.
Por otro lado, manifestó que los empadronadores y supervisores que hayan trabajado nueve y 12 días, respectivamente, cobrarán 900 y mil 170 por días.
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