Representantes de la comunidad internacional propusieron la salida del Presidente René Préval en una reunión del grupo de apoyo que tuvo lugar en esta capital el 28 de noviembre último, después del escrutinio
legislativo y presidencial controvertido que se ha desarrollado ese día en el país, reveló el representante saliendo de la OEA en Haití, Ricardo Seitenfus, en una entrevista concedida el 29 de diciembre de 2010 al Diario “Folha do Brazil”.
Sin identificar que la comunidad internacional había presentado similar propuesta, el diplomático brasileño añadió que la cuestión de encontrar un avión para transportar el Presidente incluso fue mencionado. El Primer Ministro haitiano Jean Max Bellerive que participaba en la reunión, declaró que si se tratara de cuestionar el mandato de Préval, no es necesario en ninguna manera esperar su apoyo, toda solución situándose fuera de la Constitución siendo en su opinión inaceptable.
Destacando el silencio observado entonces por el secretario agregado de la OEA, Albert Ramdim, presente en la reunión, Seitenfus afirma haber debido solicitar la palabra para recordar a los participantes que todo ataque al mandato del Presidente sería asimilable a un golpe de Estado respecto a la Carta Interamericana para la Democracia.
“Se me sorprendía de verdad de constatar el silencio del Secretario General agregado de la OEA ante la posibilidad que el mandato de un Presidente legítimamente elegido esté acortado”, añadí al representante saliendo de la organización hemisférica.
Preguntado sobre el hecho de saber si formalmente se le notificó su revocación a raíz de su entrevista al Diario suizo “el Tiempo”, Ricardo Seitenfus respondió que no, pero que, contrariamente a su voluntad de permanecer en puesto debido a la delicadeza de la situación post electoral en Haití, el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, le pidió “tomar vacaciones” mientras que le quedaba solamente 3 meses de mandato. “Es de verdad curioso que el representante de la OEA en Haití sea ausente en el momento de una crisis electoral”.
En esta entrevista en el Diario brasileño, Ricardo Seitenfus reanudó esencialmente las consideraciones que había hecho en “el Tiempo” sobre el fracaso de la ayuda Internacional en Haití y que le costaron su puesto. Mantuvo también que un Gobierno provisional carecería de legitimidad para sacar Haití del callejón sin salida.
Sin identificar que la comunidad internacional había presentado similar propuesta, el diplomático brasileño añadió que la cuestión de encontrar un avión para transportar el Presidente incluso fue mencionado. El Primer Ministro haitiano Jean Max Bellerive que participaba en la reunión, declaró que si se tratara de cuestionar el mandato de Préval, no es necesario en ninguna manera esperar su apoyo, toda solución situándose fuera de la Constitución siendo en su opinión inaceptable.
Destacando el silencio observado entonces por el secretario agregado de la OEA, Albert Ramdim, presente en la reunión, Seitenfus afirma haber debido solicitar la palabra para recordar a los participantes que todo ataque al mandato del Presidente sería asimilable a un golpe de Estado respecto a la Carta Interamericana para la Democracia.
“Se me sorprendía de verdad de constatar el silencio del Secretario General agregado de la OEA ante la posibilidad que el mandato de un Presidente legítimamente elegido esté acortado”, añadí al representante saliendo de la organización hemisférica.
Preguntado sobre el hecho de saber si formalmente se le notificó su revocación a raíz de su entrevista al Diario suizo “el Tiempo”, Ricardo Seitenfus respondió que no, pero que, contrariamente a su voluntad de permanecer en puesto debido a la delicadeza de la situación post electoral en Haití, el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, le pidió “tomar vacaciones” mientras que le quedaba solamente 3 meses de mandato. “Es de verdad curioso que el representante de la OEA en Haití sea ausente en el momento de una crisis electoral”.
En esta entrevista en el Diario brasileño, Ricardo Seitenfus reanudó esencialmente las consideraciones que había hecho en “el Tiempo” sobre el fracaso de la ayuda Internacional en Haití y que le costaron su puesto. Mantuvo también que un Gobierno provisional carecería de legitimidad para sacar Haití del callejón sin salida.
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